lunes, 28 de octubre de 2013

No me levanto


Pequeña reflexión sobre la muerte

Pienso en la muerte. Como todos en algún momento. 
No le tengo miedo. Me pregunto una y otra vez por qué todos le esquivan y le temen tanto. Somos seres vivos. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Será que somos la única especie en la que sin motivos se matan unos a otros. 
¿Qué caso tiene ser el animal superior? ¿Cuándo nos ganamos ese papel? Nuestra mirada dejó de ser Teocéntrica. ¿Lo hizo? Ahora nuestro foco está en nosotros. Somos el ombligo de la humanidad. No podemos ver más allá de nuestra nariz. Alguien me dijo que nuestros ojos captan a la nariz todo el tiempo y es el cerebro quien la omite. Entonces podemos decir que damos por hecho ser la especie mas evolucionada y que por eso gobernamos.
Emile Durkheim, con el que no estoy de acuerdo en muchas cosas, pero si comparto en ese concepto, define Hecho social como: "Toda manera de obrar, sentir y vivir exterior al individuo, que ejerce un poder coactivo sobre éste". También explica que todo hecho social deriva de otro hecho social. Podríamos decir que cada hecho social es causa y efecto de otro, una cadena de obrar humano. Retomemos entonces nuestra sociedad posmoderna y observemos su pasado.
Desde la Edad media, donde la represión e imposición de la religión católica en su estado mas puro fue la reina por excelencia. Allí todas las jerarquías y representantes eran enviados por Dios, nobles y siervos actuaban solo en beneficio del Superpoderoso. Así mismo no debían cometer los pecados mortales o arderían en el infierno. La vida eterna como única opción, pero ¿por qué tanto miedo al juicio final?  La muerte como una concepción oscura. Será que somos conscientes de nuestras actitudes y no hacemos nada para cambiarla. Podrá ser que nos encerramos tanto en servir y trabajar que nos olvidamos de vivir. Siempre nos acordamos a último momento.
Insisto que el miedo a la muerte es consecuencia de una fuerte huella que dejó la Edad Oscura. Más allá de ser creyentes o no, no tenemos que dejar de negar que muchas concepciones culturales todavía vigentes tienen sus raíces en aquellos tiempos. Por ello, creo, que es tan fuerte el lazo que tenemos con nuestro cuerpo. Porque, viéndolo desde afuera, éste conjunto de sistemas coordinados está preparado para funcionar hasta un punto. ¿Qué es lo que no queremos que muera? ¿Por qué nos aferramos tanto a la existencia de aquella fuente de la juventud eterna? Queremos perdurar.
Dejar nuestra huella, invocar el cambio. Esto me recuerda a cuando muere alguien famoso. El caso que se abre paso en mi cabeza es el del Flaco Spinetta. Muchos lloraron, muchos sufrieron y lo velaron. Pero todos acordamos que una parte de él seguirá viva en sus canciones. Esta frase dicha de forma tan metafórica no podría ser más literal. Como buena estudiante de primer año, fanática de su carrera, volveré sobre un concepto del semiótico Charles Pierce: "Llamo índex (o índice) al signo que significa su objeto solamente en virtud del hecho de que está realmente en conexión con él" es decir, que se denomina índice al signo que tiene una relación real con lo que representa. Volvamos sobre el ejemplo de Spinetta. ¿sus canciones no son, acaso, su huella? Esfuerzo, composición. ¿Podría ser una conexión real con la génesis de su imaginación? Ahora, en nuestra clásica vida normalmente aburrida, al morir, ¿no dejamos una huella en los seres que conocimos? Nuestra identidad se construye por otros, por ello también somos constructores de identidades de otros.
Para ir cerrando creo que no vivimos aislados y tenemos relaciones sociales entonces no podemos dejar de sentir al otro y que éste nos deje alguna marca. Creo que eso nos hace prácticamente inmortales. Como un Horrocrux.

lunes, 14 de octubre de 2013

Asterisco

Esta entrada al blog es distinta al resto.
Suelo publicar las palabras de las que mas orgullosa estoy, los relatos que mas me gustan y me identifican. Pero esta vez necesito cambiar. Hacer una llamada a una publicación egoísta. Mis fines son pura y exclusivamente para aliviar la corrosión de un día entre hojas.  
Me parecen poco atractivos y nada originales las entradas personales o los diarios públicos de los blogs -sin ánimos de ofender-, mucho menos me causa los textos que intentan darte "lecciones de vida" desde alguna experiencia.
 Pero hoy invierto roles por un instante.
Sábado. 
              Sábado por  la noche. 


miércoles, 17 de julio de 2013

Volviendo a ser

Estas son las estrofas
De una canción que
No debió ser escrita

Cuando todo se nubló
Nadie más quiso que sonrieras
¿Y eso por qué?
¿Y eso por quién?

Anoche quisimos desobedecer
Y nunca más volverá.
Prohibiendo un acto millonario
Sacrificaran santos y soles

 

Pero, ¿Dónde estás vos?
Pero, ¿dónde estás hoy?
Volando en tus artes
Nos desvaloras y practicas


Estas son las estrofas
De una canción que
Nació a fin de mes,
Abriéndose camino ante
Los militantes del centro

Sal – pi –mentar
Sal a inventar
Cal a ignorar
Mal

23/12/12