¿Y como sentirse, cuando la única persona en la que te
fijaste abre su corazón a alguien que no sos vos? Sentirse destrozado y sin
ganas de mirar al mundo que te aprecia en realidad. Ver como día tras día,
flores se marchitan. Esas flores que le habías comprado a ella, para dárselas
juntos con tu amor envuelto en papel celofán.
Ahora las horas pasan y los pétalos fucsias se arrugan, se
entristecen, envejecen. No respirar. Ya no tiene sentido vivir con este
equipaje que te molesta y enferma tu cuerpo hostil.
Mientras las flores se marchitan, continuas con la rutina,
sin que nadie se entere de que podes inundar un mar completo. Pero tu mirada
desluce soledad luego de tanto apego a ella. Ni siquiera puedes imaginarte que
en un lugar próximo a donde te encuentras, alguien sueña y se desvela por vos.
Alguien se pregunta. Se cuestiona por qué nadie te valora. Sin duda, es
invisible y no se ve ni ella misma. Pero piensa en vos. Tímida con su sonrisa,
te escucha y se confunde. Se castiga por quererte y pretender que la quieras.
No quiere aceptarte como algo que todavía no pudiste ser.
Trata de que seas solo una ilusión de su viejo corazón desteñido. No quiere,
pero habla de vos, tan solo un simple nuevo amigo que ella quiere que la lleve
a volar. Desea que la quieran, ya que nadie quiso la llave de su corazón.
A pesar de tu apariencia soberbia ocultas una personalidad
única e impecable. Pero, ¿no puedes destrenzarte el cabello y convencerte de
que nadie tendrá las alas para volar contigo? En alguien que extiende su mano en señal de amistad, pides un hombre
para amar. Deja ya de soñar que una hermosa amistad puedes vivir junto a el.
¡Despierta ya!
Despabílate de tonterías y realiza un mundo de simetrías.
Jovencita, solo haces palabras discontinuas y conversaciones religiosamente
utópicas. Siempre arruinando las risas con tus engaños del corazón, pero lo
dulce no calma la sed.
19/07/2010