domingo, 29 de julio de 2012

Ilusión de invierno


     ¿Y como sentirse, cuando la única persona en la que te fijaste abre su corazón a alguien que no sos vos? Sentirse destrozado y sin ganas de mirar al mundo que te aprecia en realidad. Ver como día tras día, flores se marchitan. Esas flores que le habías comprado a ella, para dárselas juntos con tu amor envuelto en papel celofán. 
     Ahora las horas pasan y los pétalos fucsias se arrugan, se entristecen, envejecen. No respirar. Ya no tiene sentido vivir con este equipaje que te molesta y enferma tu cuerpo hostil.
     Mientras las flores se marchitan, continuas con la rutina, sin que nadie se entere de que podes inundar un mar completo. Pero tu mirada desluce soledad luego de tanto apego a ella. Ni siquiera puedes imaginarte que en un lugar próximo a donde te encuentras, alguien sueña y se desvela por vos. Alguien se pregunta. Se cuestiona por qué nadie te valora. Sin duda, es invisible y no se ve ni ella misma. Pero piensa en vos. Tímida con su sonrisa, te escucha y se confunde. Se castiga por quererte y pretender que la quieras.
     No quiere aceptarte como algo que todavía no pudiste ser. Trata de que seas solo una ilusión de su viejo corazón desteñido. No quiere, pero habla de vos, tan solo un simple nuevo amigo que ella quiere que la lleve a volar. Desea que la quieran, ya que nadie quiso la llave de su corazón.
   A pesar de tu apariencia soberbia ocultas una personalidad única e impecable. Pero, ¿no puedes destrenzarte el cabello y convencerte de que nadie tendrá las alas para volar contigo? En alguien que extiende su mano en señal de amistad, pides un hombre para amar. Deja ya de soñar que una hermosa amistad puedes vivir junto a el. ¡Despierta ya!
    Despabílate de tonterías y realiza un mundo de simetrías. Jovencita, solo haces palabras discontinuas y conversaciones religiosamente utópicas. Siempre arruinando las risas con tus engaños del corazón, pero lo dulce no calma la sed.


19/07/2010

viernes, 27 de julio de 2012

Solo se abre


¿La puerta te acompaña?
La puerta se hincha
La puerta corre
No me gusta cerrar puerta
¿Es una puerta o una ventana?
La puerta del pasillo
Fea, fea puerta
La puerta verde era mas linda
“No golpees la puerta de tu pieza”
Íbamos a la puerta
Estoy en la puerta
¿Hasta dónde llega la puerta?
Está abierta la otra puerta
Las puertas. The Doors.
Falta decorar la puerta

12/10/2011

miércoles, 25 de julio de 2012

Buscando un rayo de luz


Sea otoño, invierno, primavera o verano, los días en Paraguay al 1200 transcurren sin alteraciones, como la mayoría de las cosas, que ocurren sin transcurrir. En la mañana, con los minutos calculados, esa bola de presencia e inconsciente que es una persona adormecida baja del colectivo y algunas cuadras retrasan su llegada. En la baranda acomodados en lugares estratégicos, grupos de amigos mezclan sueños con cigarrillos. Si el humo no lo detiene, el timbre suena. 
           A las siente y treinta y un minutos, una mirada dura y permanente busca a los rebeldes –para no decir renegados- que siguen en la vereda. Una vez que se cruzan las rejas y la puerta, no hay marcha atrás, dos millones de escalones miran de reojo incitando a escalarlos. El ascensor no salva a nadie, no hay otra opción. Lo terrible es llegar a la cima y tener esos tres últimos pasos asesinos. 
          En el salón, las ojeras dominan el lugar, y se hacen dueñas de las caras. Ruidos de zapatos y una lista de los desconocidos de siempre. Tu presente, tan vago como el resto. Dos horas cátedras esperando el momento justo. Alguna voz lejana intenta que los párpados no vuelvan a caer en la oscuridad. 
          Por fin, recreo. El grupo de la baranda se hace humo. Vani vuela en los dos metros cuadrados de su quiosco  y el nudo de gente no es fácil de desenredar. Los pasillos, el paisaje de siempre, amplifican una cadena de carcajadas que suben del baño. Algunos rezagados se quedan adentro de la jaula, con un mazo de cartas marcadas y un guiño. Diez minutos dura la libertad, tan veloces, que parecen nueve. 
          El sol pega en los edificios de 3 de febrero, pasa por las persianas torcidas y llega a los ojos aburridos. Los segundos parecen eternidades.
Un timbre, y la esperanza que renace. Falsa alarma, la Moreno abre sus puertas y los chicos salen en malones. En preceptoría, clavan la uña del índice derecho en la santa tecla, para indicar otro poco de independencia limitada. 
          Ultimas horas, el día pasó mas lento de lo que se esperaba. Cuando se empieza a despertar, un mar de números nubla la vista. Imposible no sumergirse, a pesar de no saber flotar. Nadar de espalda, caer por una catarata de colores en acuarela. Rebotar en un desierto marchito, con olor a derrota. 
         Una hora. Dos horas. Tres horas más. ¿Alguna diferencia? Interés por alguna rama del estudio, poco, pero lo debe haber guardado en una cajita de roble. Otra vez su mirada se fija en el ventanal, las nubes pasan, acuchillan a los edificios y vuelven a salir. Salen los de la escuela vecina y los de la oficina. Se vacía la manzana y sus ganas de volar se vuelven incontenibles. Pero los renglones llaman, tan vacíos que lastiman. Alguna vez hizo un trabajo, así que, nada se pierde con intentar repetirlo. Al terminar, inhala el aire a putrefacción y suena un timbre metálico, echando a la gente de la lección diaria. 
         El camino de salida parece mas corto que el de entrada, los escalones temerarios, se sosegaron e invitan a deslizarse. Otra vez los grupitos humeantes, pero el sol pega en tu cara y ya nada hay que envidiarle a los edificios.
24/11/2010

Volaba


Él se los armaba,
                  Él fumaba cigarrillos.
                                                      El papel era de Austria
                                                                        el tabaco, nacional
                                                                             las penas, de su interior.
                                                El humo se alejaba
                          y volteaba para verlo
“Pobre loco, ahumado
                                 en su vacío”
                                             Nunca nadie logró
                                                             separarlo de su filtro.
                                                                                 El viento sangraba,
                                                                                     La nicotina perlada
                                                          Se consumía los nervios
                                               Exhalaba duras piedras
                    Un encuentro cotidiano
Ansioso por que llegue
              Espíritu Santo fumó
                            Y hasta la cruz volaba
                                                                 Sinfines de esperanza
                                                                     Muertas en una pitada
                                                      Él era feliz
                                                              No buscaba magia
                                                                     Y su cuerpo veneraba
                                                                          A lo que otros llaman
                                                                                       Lágrima mortal
                                                              Él y sus cigarrillos
                                                     eran uno.
                                    Eran únicos.
                             Él se los armaba
Él fumaba cigarrillos


30/01/2011

martes, 24 de julio de 2012

Pétalos en escarlata


¿Qué mas una puede hacer en estos momentos? ya me rehusé a expresarme claramente y a poder exagerar. ¿Ahora qué me queda? En una semana pueden pasar muchas cosas. Podes pelearte con tu chico, podes rendir una materia y dar el recuperatorio. Pero hay una cosa que no podes hacer: negar al corazón lo que siente. Vestirte de luto cuando lloras, pero de alegría. Podes correr cuando ya no te quedan mas ganas de respirar.
Sin embargo, es mejor caminar con un aire de intolerancia, antes que echarte en una esquina a reír sin esperanzas.
Este lenguaje tan utilizado por mi generación obtener poco resultados positivos en una persona. Sigo escribiendo sin poder lograr una idea concreta de mi punto. Solo tomar que hay momentos en que puedo disfrazar una lagrima en sonrisa, pero otros momentos me obligan a llorar sin mascaras. Llorar palabras, cuentos, historias y poemas. Desparramar y repartir tantas palabras que me quede muda. Inhalar ideas y sacar sentimientos.
Muchas veces, pienso en volver a reír y volver a iluminarme. Sé que hubo un pasado feroz en esta historia y el presente que comienza es cruel. Sé que deje en el pasado cosas que rescataré entre los escombros y las llevaré conmigo por siempre. Cosas que me duele pensar y me duele sentir. Cosas sin nombre y sin dueños, cosas que se las lleva el viento.
Sangrando por mi corazón en forma de prosa veo pasar el tiempo y a mis compadres. No pasa un segundo sin que rememore esa cámara fotográfica y que detrás de ella estuviera su rostro. Esquivando las malas miradas, me creaste una flor en escarlata. Y ahora lleno de rojo esta pantalla. Cada pétalo, elevado en un Re Mayor sufre y cae en este renglón. Todo tiene su final, pero éste es un abismo sin previo aviso. Acá termino. Acá me tiro al mar lleno de duras salidas. Hasta nunca hoja en blanco, hasta nunca pétalos ensangrentados.

2/07/2010

De explotar

No ceder.
No temblar. No puedo. No tengo que...
Me bajo.
¿Bancarsela? No preguntar ¿Por qué? 
Porque no puedo más.
Hipocresía. Responsabilidad. Sangrar por dentro.
Ojala nunca se sientan como yo, como me hicieron sentir, ayer y hoy. Soy una presión. Ya está en mi ¿Se van a arrepentir?
No quiero mas nada. Hacer. Chau vértebras. 
o arruinármelo. Si, son malas.
Un diez no es valorar.



4/6/2012

Como una luz apagándose


Ella se luce. Ella, lucía. Ella brilla con luz opaca y suele andar descalza por el pasto. Ella no baila. Ella descansa. Ella espera. Espera. Espera. Ella cierra los ojos y no duerme. Los abre y sueña. Con el sol entre los árboles ella se luce. Ella, lucía.
Ella es torpe y no dibuja. Es torpe con los pies, es torpe con las manos. Es torpe con los labios. Sus mechones negros tapan sus ojos. Ella se tapa. Ella se cubre, nadie la descubre.
Ella escribe cartas. Ella recibe cartas y las huele. Las huele. Ella no sabe muchas cosas. Las que conoce las guarda en frascos de loza.
Ella es torpe. Rompe los frascos y sus ideas se van. Se van, se van. Ella las corre, no volverán, no volverán. Ella tiene buenos principios. Buenos inicios, pero el enlace no se desenlaza y vuelta a un nudo, aún, mas grande. Ella tiene buenos principios morales. Morales. Ella no se los calza, los incorpora. Los incorpora.
Ella se aburre. Se aburre de. Se aburre de ella. Ella no existe, solo es un rumor del viento. Ella se inventa, ta, ta, ta…ella se descubre, descubre sin que la descubran. Nadie la descubre, ella se cubre.
Ella es infantil, practica y no le sale. Se frustra, es infame. Su cuerpo dibuja y desdibuja sus curvas. Difícil camino que nadie quiso recorrer. Nadie quiso.
 A ella le roban el corazón, pero no viceversa. Se descompone de la risa, mientras gotones de pena mojan su ropa.
Ella se luce. Ella, Lucía

11/02/2011