martes, 25 de septiembre de 2012

Ojos de otra mirada


“con paciencia me enseñó a sentir…ahora me gusta…volar” -El sonido de los sueños

Yo a veces espío por el otro ojo y no encuentro otra mirada. No pierdo la curiosidad. Me dieron una cámara para hacer cine, capturé bellísimas imágenes por afuera. Salí de la caja de vidrio y volé para que no me vean. Abajo estaban los buitres. Había una vez una enredadera común con campanitas rosas en un tanque anaranjado.

30/05/2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Desorden continuo


El silencio se hace presente y la tinta empieza a fluir. Tantos silencios como personas, cada uno correspondiente. Al principio todo pasa desapercibido y puedo jugar con marionetas de mi rostro y antifaz que hoy me muestran. Saltando de la ventana a la gran sala visión torrente adopto y planeo a la estantería.
Los puntos cortan ideas, trozos de espejos volando al infinito por mis auriculares. Aroma a tierra florida y a las plantas del rocío. Boca a cuenta gotas murmura la vuelta del aire.
Lentejuelas de un pasado presente hoy piso con la pelota en la red. Caigo del lenguaje cortando con los bloqueos que en mi mente brotan. Solo puedo hablar en primera persona y eso no está mal.
La gallina aparece varios capítulos después y solo queda papel de arroz para el desfile. Disfrute mientras pueda, el silencio nocturno, donde la voz resuena en todas las miradas animales de esta ciudad. Pertenencia. Permanencia. Sigo esperando peces de escamas dañadas salpimentando las sinmáscaras del muelle. Nada de esto tiene sentido, hoy y corto parece esconderse. Sangrante de hilos y deslizamiento continuo ayudan a no perderme dentro de mí. Fluir como lo hace el río, fresco de vida volando más allá del sueño alcanzado desaparece y aparece una idea fija dibujada en el ardor de mis pupilas. Dinámico el nado que hoy emprendemos y descubrimos el punto final.  
16/05/2012

lunes, 17 de septiembre de 2012

Juguemos un rato


¿Qué ignoro? 
“Jugar todos los días con  la luz del universo. Sutil visitadora, llegas en la flor y  en el agua.” Pablo Neruda- “Veinte poemas y una canción desesperada”

Jugando se aprende, así aprendí a caminar y a leer. Jugando aprendí a volar.
Y todos los días, casi como un rito, juego con la comida, con las cascadas, con las hadas. Salto acá, corro hasta allá, emprendo un vuelo ahora.
Escucho la lluvia, muy lejos de donde estoy. Estoy por algún lado ¿Dónde estoy? Vuelo por la encima  del suelo. Vuelo por encima del cielo. Vuelo, juego y con un envión con fuerza para volar a toda velocidad. ¿Y el cielo? Ya no me acuerdo donde lo dejé. A lo mejor se perdió. Está todo muy oscuro y lejos de la tormenta.
Juego con el ahora, juego después con el ayer. Salto de una estrella a otra. Salto de nubes, como gotas que están acariciando mi cara. Mis alas de papel siguen volando y las gotas siguen planeando por  todo el lugar. ¿Dónde estoy? No me voy a caer, mis alas son súper fuertes, pero tengo que descender porque se esta borrando el dibujo que le hice con fibras.
Guardo  las alas y empiezo a jugar con las miradas, con las cascadas, con las alas, con las hadas.


                                               23/06/2011 

jueves, 13 de septiembre de 2012

A veces sueño


Suelo oscurecerme en verano y eclipsar mi vida. Entonces el calor me sofoca y me reprime. Con una pizca de agua silba el vuelto de noche y día. La gota se traba en pétalos de rosa aterciopelada.  
Húmeda respiración, llena de vida y vuelos a veces, me convenzo de nadar sola a mi anteojo. Luego  me empujo las alegrías inesperadas y sorprendo  con un ramo de flores.
 A veces amanezco y me despierto rosada, con la vista en el bello amarillo. Ojala  pudiera volar, ver mas allá de las largas nubes, donde se encuentran mis deseos.
 A veces cuando amanezco, sucede que llego a ese lugar, antes de pisar la realidad,  adoro nadar allí. Sumergida en el océano de hojas y flores secas.
Algún día podría perderme, será maravilloso. Encontraría cascadas, selvas e inmensas criaturas. Así, no tendría que volver a correr las persianas y hacer mi cama. Lindo sería perderme en un mundo atardecido y ahogarse en la luna, esconder la cabeza bajo el agua y mirar el mundo desde arriba, o desde abajo, también desde el medio.
Zarpar viajes de aventuras, de piratas y enumerar islas estrelladas.
A veces cuando amanezco sucede que me puedo perder en mis sueños. A veces cundo atardezco sucede que me sumerjo en ellos.

     27/07/2011

domingo, 2 de septiembre de 2012

Inconsciente

¿Por qué la tristeza es tan honda? Cada vez veo un azul mas y mas oscuro. La superficie quedó lejos en muy poco tiempo. Algo me tira para abajo, algo me atrapa. Más hondo y menos luz. Hace rato dejé de sentir mis piernas, un cosquilleo y luego no sentía nada del torso para abajo. De la fuerza que me tira, que me defiendo con manotazos y brazadas, imposible es escapar. El aire, cada vez es menos. No respiro, la tristeza me ahoga. Mis pulmones no aguantan. Mi corazón no aguanta. En cada burbuja que sale de mi boca, el oxigeno se libera, y un segundo menos que resisto.
Tristeza horrenda con olor a humedad, sino existieras; no disfrutaría la felicidad, esa luz que veo a veces. Poco a poco voy perdiendo la conciencia, las ganas de estar viva, la risa y tus ojos. Ojos en los que me pierdo, encuentro la salida y me vuelvo a perder. Desvaneciéndome, solo un boceto de mi esencia queda, dejo de oponer resistencia y la fuerza extraña me hunde…me hunde por completo… jamás volveré a despertar.
Sin volver a la superficie nunca. Sin ver la orilla, ni el fin de tu mirada. Tus ojos mirando los míos, solo forman parte de un recuerdo que ya no existe. Ya no los veo, no tengo risa, carcajadas de un sábado cualquiera con mis amigos, no tengo nada. No soy nada. Dormida eternamente en lo profundo de la tristeza.
2010

miércoles, 22 de agosto de 2012

Tétrico


La lluvia cae lentamente y la impaciencia recorre los pasillos. Lentos gotones esperan a ser atraídos al piso y estallar contra él. Tan paulatinas son las lágrimas del cielo que en dentro de su cabeza la tormenta esta por rebalsarse.
Criminal. Criminal. Criminal mambo. Y el torrente de agua es un mar de escalofríos dentro de su sistema nervioso. Cada neurona se contrae. Rompe la naturaleza y enferma al individuo. ¿Por qué caía tan lenta esa maldita gota? ¿A caso negaba la existencia de la gravedad en su mundo? Tal vez en lugar de oxígeno, las gotitas, contenían helio que le impedía aferrarse a la tierra…
Mientras mas se desataba el huracán de sus pensamientos, más lentas eran las explosiones de la lluvia. Intentó desprenderse. Deshuracanarse. Votó por respirar la tierra húmeda que mañana tantearían sus pies y desnudarse frente a sus sábanas. Largo había sido su día. No quería despertar sus pensamientos y volver a ahogarse en su cabeza. Solo poder volar en el inconsciente ajeno. Todas las noches la misma pelea interna y con esa lluvia esquizofrénica, la lucha aumentaba.
Vueltas. Vueltas. Giros y vueltas. Y baja su temperatura corporal. A 20º grados bajo cero, los dientes le rechinaban y en sus ojos una sombra penetró.
Sabía de memoria lo que pasaría. La humedad penetraría en sus huesos y con ella, la oscuridad que nunca nació del exterior. La metamorfosis era imposible. Nauseas incontenible. El vomito a flor de piel y el menjunje carnal desparramado sobre las colchas. El huracán por fin sale al exterior y ahoga a aquellas raquíticas gotas.
Vuelve en si, reconociendo la brisa infernal que vendría. Pura satisfacción culpable. Emocionarse con el cambio nada tenia que ver con desmembrarse solemnemente.
De pronto su frente hierve y la ira contenida dentro de sus ojos, explota. Empieza la guerra de dos mundos, uno solo quiere vivir, el otro quiere destruir. Destruir aunque implique autodestruirse. Mundos en una sola persona. Dos pesadillas en un mismo sueño. Penetrante. Insultante. Intimidante. Agobiante. 

sábado, 18 de agosto de 2012

Mi gallina


Tengo una gallina que sirve para hacer canciones, para hacer aviones. Se pavonea. Dentro y fuera de la casa, por el borde de la calle y por la zanja. Suelta un huevo y sigue su paso. Salpica plumas al alcanzar la granada.
                Al trepar el limonero se tuerce una pata y cae desdoblada. Exagera sus gritos y el envolverse entre las flores ¿a quién llama? Se esconde para que la encuentren, se dobla para calar. Encalla cerca del mar y la sal se mezcla con la sangre caliente. Y las plumas.
                No cicatriza, es horrible el olor a miedo al amanecer. Tantos verbos para usar sin nada que los pueda secar. Acciones perseguidas en una ola de claras gestálticas a la hora de la merienda. Dependiendo de alguien que no es sino mas que una mirada de costado. Sin ganas de soñar. La gallina distraída, emborrachada de maternidad muere al fin presa de sus chillidos inaudibles.

2/05/2012

viernes, 17 de agosto de 2012

Sordo por la noche


Se levanta antes que el sol, desayuna el café quemado. Intenta despertarse en el colectivo al laburo, camina las cuadras que se pasa. Siempre con la excusa recitada ayer.
Empiezan a pasar las ochos horas de trabajo delante de sus ojeras, mientras tanto dibuja círculos y círculos sobre los contratos. Cuando ya le duele el brazo de haber apoyado la cabeza, se levanta por un café negro.
El mediodía pasa desapercibido excepto cuando, los domingos, le toca hacer el asado.
“Se rompió la cafetera” una vez a la semana le gritan de la otra punta, “¿qué me importa?” Piensa.
Sale del claustro y arrastra a su ánimo hasta la parada de colectivo, donde el olor a café lo ahoga, una siesta en el bondi y vuelta a caminar. Llega al hogar y sintoniza la radio ya sintonizada. Poco a poco se va apagando. Nunca le compra pilas.
Luego de la cena empieza a apagar su audífono, ese interno que todos tenemos, no sin antes escuchar el capítulo que sigue. Hoy toca el dos, intenta golpear las paredes pero nada resulta. La pareja de al lado cantaba: “Hijo de puta, siempre con lo mismo, yo matándome con estos pibes de mierda y vos ni traes algo para morfar ““¿Qué querés que compre? si no te gusta nada a vos…”
Por suerte él tiene que descansar para volver al laburo al otro día y saber que no oiría cuando todo terminase.
18/04/2012

viernes, 10 de agosto de 2012

Hacer pogo


      A veces, cuando uno se siente solo y enojado, empieza a dar vueltas en un montón de renglones. Otras veces, uno puede cambiar la realidad. Decidir que todo vaya por buen camino. Elegir que las cosas sean mejor y todo se arregle. Pero no tengo ganas, no me gusta que las cosas sean correctas y tiernas. Quiero dejar de ser esa niña que es correcta y prolija. ¡Quiero saltar! Hacer pogo! ¡Quiero gritarle al mundo que no me importa nada de lo que me pasa! Quiero despeinarme y revolear las zapatillas a la vía Láctea. Quiero perder mucho más que todo y deshacerme de las porquerías que cuelgo. Quiero parar de pensar, comenzar a sentir. Empezar a vivir y a ensordecer al mundo con mi canto. Quiero soñar que nuestro mundo jamás empezó y que ni siquiera pude conocerte en aquel bar de paso. A pesar de mis deseos y de mis sueños, vuelvo a caer en la triste realidad de que la ignorancia puede llevarme a la demencia. La ignorancia. Que tema tan ignorado. ¿Será que nadie nos enseñó a ignorar como corresponde? ¿En realidad sé qué es la ignorancia? Puedo imaginarme el significado de tan inmensa palabra: la ignorancia es un sentimiento que sobrevive de otro. Es un animal mutilado, un viejo caballo de guerra. Nace de una pequeña parte de misericordia y dolor. Poco a poco va creciendo. Va carcomiendo a otros sentimientos indefensos y fortaleciéndose en espíritu. Nadie sabe porque, tampoco puede negar que existe. Una flor de ignorancia crece y crece, sin darnos cuenta, dentro de cada uno. Lista para florecer en primavera. Cuando nadie menos lo espere, cuando alguien respire el aroma profundo de los jazmines húmedos de rocío. Ahí la ignorancia decide procrear y expandirse. Asesinar. En últimas instancias, la ignorancia ama el homicidio. Sin causa y sin problemas una victima desabrigada por la moral, solo ella podrá ver claramente los ojos de nuestra asesina. La victima es mortal en todos los casos, nunca deja huellas. La ignorancia puede matar, pero si te mira a los ojos, ya no tenés salida. 


1/07/2010

domingo, 29 de julio de 2012

Ilusión de invierno


     ¿Y como sentirse, cuando la única persona en la que te fijaste abre su corazón a alguien que no sos vos? Sentirse destrozado y sin ganas de mirar al mundo que te aprecia en realidad. Ver como día tras día, flores se marchitan. Esas flores que le habías comprado a ella, para dárselas juntos con tu amor envuelto en papel celofán. 
     Ahora las horas pasan y los pétalos fucsias se arrugan, se entristecen, envejecen. No respirar. Ya no tiene sentido vivir con este equipaje que te molesta y enferma tu cuerpo hostil.
     Mientras las flores se marchitan, continuas con la rutina, sin que nadie se entere de que podes inundar un mar completo. Pero tu mirada desluce soledad luego de tanto apego a ella. Ni siquiera puedes imaginarte que en un lugar próximo a donde te encuentras, alguien sueña y se desvela por vos. Alguien se pregunta. Se cuestiona por qué nadie te valora. Sin duda, es invisible y no se ve ni ella misma. Pero piensa en vos. Tímida con su sonrisa, te escucha y se confunde. Se castiga por quererte y pretender que la quieras.
     No quiere aceptarte como algo que todavía no pudiste ser. Trata de que seas solo una ilusión de su viejo corazón desteñido. No quiere, pero habla de vos, tan solo un simple nuevo amigo que ella quiere que la lleve a volar. Desea que la quieran, ya que nadie quiso la llave de su corazón.
   A pesar de tu apariencia soberbia ocultas una personalidad única e impecable. Pero, ¿no puedes destrenzarte el cabello y convencerte de que nadie tendrá las alas para volar contigo? En alguien que extiende su mano en señal de amistad, pides un hombre para amar. Deja ya de soñar que una hermosa amistad puedes vivir junto a el. ¡Despierta ya!
    Despabílate de tonterías y realiza un mundo de simetrías. Jovencita, solo haces palabras discontinuas y conversaciones religiosamente utópicas. Siempre arruinando las risas con tus engaños del corazón, pero lo dulce no calma la sed.


19/07/2010

viernes, 27 de julio de 2012

Solo se abre


¿La puerta te acompaña?
La puerta se hincha
La puerta corre
No me gusta cerrar puerta
¿Es una puerta o una ventana?
La puerta del pasillo
Fea, fea puerta
La puerta verde era mas linda
“No golpees la puerta de tu pieza”
Íbamos a la puerta
Estoy en la puerta
¿Hasta dónde llega la puerta?
Está abierta la otra puerta
Las puertas. The Doors.
Falta decorar la puerta

12/10/2011

miércoles, 25 de julio de 2012

Buscando un rayo de luz


Sea otoño, invierno, primavera o verano, los días en Paraguay al 1200 transcurren sin alteraciones, como la mayoría de las cosas, que ocurren sin transcurrir. En la mañana, con los minutos calculados, esa bola de presencia e inconsciente que es una persona adormecida baja del colectivo y algunas cuadras retrasan su llegada. En la baranda acomodados en lugares estratégicos, grupos de amigos mezclan sueños con cigarrillos. Si el humo no lo detiene, el timbre suena. 
           A las siente y treinta y un minutos, una mirada dura y permanente busca a los rebeldes –para no decir renegados- que siguen en la vereda. Una vez que se cruzan las rejas y la puerta, no hay marcha atrás, dos millones de escalones miran de reojo incitando a escalarlos. El ascensor no salva a nadie, no hay otra opción. Lo terrible es llegar a la cima y tener esos tres últimos pasos asesinos. 
          En el salón, las ojeras dominan el lugar, y se hacen dueñas de las caras. Ruidos de zapatos y una lista de los desconocidos de siempre. Tu presente, tan vago como el resto. Dos horas cátedras esperando el momento justo. Alguna voz lejana intenta que los párpados no vuelvan a caer en la oscuridad. 
          Por fin, recreo. El grupo de la baranda se hace humo. Vani vuela en los dos metros cuadrados de su quiosco  y el nudo de gente no es fácil de desenredar. Los pasillos, el paisaje de siempre, amplifican una cadena de carcajadas que suben del baño. Algunos rezagados se quedan adentro de la jaula, con un mazo de cartas marcadas y un guiño. Diez minutos dura la libertad, tan veloces, que parecen nueve. 
          El sol pega en los edificios de 3 de febrero, pasa por las persianas torcidas y llega a los ojos aburridos. Los segundos parecen eternidades.
Un timbre, y la esperanza que renace. Falsa alarma, la Moreno abre sus puertas y los chicos salen en malones. En preceptoría, clavan la uña del índice derecho en la santa tecla, para indicar otro poco de independencia limitada. 
          Ultimas horas, el día pasó mas lento de lo que se esperaba. Cuando se empieza a despertar, un mar de números nubla la vista. Imposible no sumergirse, a pesar de no saber flotar. Nadar de espalda, caer por una catarata de colores en acuarela. Rebotar en un desierto marchito, con olor a derrota. 
         Una hora. Dos horas. Tres horas más. ¿Alguna diferencia? Interés por alguna rama del estudio, poco, pero lo debe haber guardado en una cajita de roble. Otra vez su mirada se fija en el ventanal, las nubes pasan, acuchillan a los edificios y vuelven a salir. Salen los de la escuela vecina y los de la oficina. Se vacía la manzana y sus ganas de volar se vuelven incontenibles. Pero los renglones llaman, tan vacíos que lastiman. Alguna vez hizo un trabajo, así que, nada se pierde con intentar repetirlo. Al terminar, inhala el aire a putrefacción y suena un timbre metálico, echando a la gente de la lección diaria. 
         El camino de salida parece mas corto que el de entrada, los escalones temerarios, se sosegaron e invitan a deslizarse. Otra vez los grupitos humeantes, pero el sol pega en tu cara y ya nada hay que envidiarle a los edificios.
24/11/2010

Volaba


Él se los armaba,
                  Él fumaba cigarrillos.
                                                      El papel era de Austria
                                                                        el tabaco, nacional
                                                                             las penas, de su interior.
                                                El humo se alejaba
                          y volteaba para verlo
“Pobre loco, ahumado
                                 en su vacío”
                                             Nunca nadie logró
                                                             separarlo de su filtro.
                                                                                 El viento sangraba,
                                                                                     La nicotina perlada
                                                          Se consumía los nervios
                                               Exhalaba duras piedras
                    Un encuentro cotidiano
Ansioso por que llegue
              Espíritu Santo fumó
                            Y hasta la cruz volaba
                                                                 Sinfines de esperanza
                                                                     Muertas en una pitada
                                                      Él era feliz
                                                              No buscaba magia
                                                                     Y su cuerpo veneraba
                                                                          A lo que otros llaman
                                                                                       Lágrima mortal
                                                              Él y sus cigarrillos
                                                     eran uno.
                                    Eran únicos.
                             Él se los armaba
Él fumaba cigarrillos


30/01/2011

martes, 24 de julio de 2012

Pétalos en escarlata


¿Qué mas una puede hacer en estos momentos? ya me rehusé a expresarme claramente y a poder exagerar. ¿Ahora qué me queda? En una semana pueden pasar muchas cosas. Podes pelearte con tu chico, podes rendir una materia y dar el recuperatorio. Pero hay una cosa que no podes hacer: negar al corazón lo que siente. Vestirte de luto cuando lloras, pero de alegría. Podes correr cuando ya no te quedan mas ganas de respirar.
Sin embargo, es mejor caminar con un aire de intolerancia, antes que echarte en una esquina a reír sin esperanzas.
Este lenguaje tan utilizado por mi generación obtener poco resultados positivos en una persona. Sigo escribiendo sin poder lograr una idea concreta de mi punto. Solo tomar que hay momentos en que puedo disfrazar una lagrima en sonrisa, pero otros momentos me obligan a llorar sin mascaras. Llorar palabras, cuentos, historias y poemas. Desparramar y repartir tantas palabras que me quede muda. Inhalar ideas y sacar sentimientos.
Muchas veces, pienso en volver a reír y volver a iluminarme. Sé que hubo un pasado feroz en esta historia y el presente que comienza es cruel. Sé que deje en el pasado cosas que rescataré entre los escombros y las llevaré conmigo por siempre. Cosas que me duele pensar y me duele sentir. Cosas sin nombre y sin dueños, cosas que se las lleva el viento.
Sangrando por mi corazón en forma de prosa veo pasar el tiempo y a mis compadres. No pasa un segundo sin que rememore esa cámara fotográfica y que detrás de ella estuviera su rostro. Esquivando las malas miradas, me creaste una flor en escarlata. Y ahora lleno de rojo esta pantalla. Cada pétalo, elevado en un Re Mayor sufre y cae en este renglón. Todo tiene su final, pero éste es un abismo sin previo aviso. Acá termino. Acá me tiro al mar lleno de duras salidas. Hasta nunca hoja en blanco, hasta nunca pétalos ensangrentados.

2/07/2010

De explotar

No ceder.
No temblar. No puedo. No tengo que...
Me bajo.
¿Bancarsela? No preguntar ¿Por qué? 
Porque no puedo más.
Hipocresía. Responsabilidad. Sangrar por dentro.
Ojala nunca se sientan como yo, como me hicieron sentir, ayer y hoy. Soy una presión. Ya está en mi ¿Se van a arrepentir?
No quiero mas nada. Hacer. Chau vértebras. 
o arruinármelo. Si, son malas.
Un diez no es valorar.



4/6/2012

Como una luz apagándose


Ella se luce. Ella, lucía. Ella brilla con luz opaca y suele andar descalza por el pasto. Ella no baila. Ella descansa. Ella espera. Espera. Espera. Ella cierra los ojos y no duerme. Los abre y sueña. Con el sol entre los árboles ella se luce. Ella, lucía.
Ella es torpe y no dibuja. Es torpe con los pies, es torpe con las manos. Es torpe con los labios. Sus mechones negros tapan sus ojos. Ella se tapa. Ella se cubre, nadie la descubre.
Ella escribe cartas. Ella recibe cartas y las huele. Las huele. Ella no sabe muchas cosas. Las que conoce las guarda en frascos de loza.
Ella es torpe. Rompe los frascos y sus ideas se van. Se van, se van. Ella las corre, no volverán, no volverán. Ella tiene buenos principios. Buenos inicios, pero el enlace no se desenlaza y vuelta a un nudo, aún, mas grande. Ella tiene buenos principios morales. Morales. Ella no se los calza, los incorpora. Los incorpora.
Ella se aburre. Se aburre de. Se aburre de ella. Ella no existe, solo es un rumor del viento. Ella se inventa, ta, ta, ta…ella se descubre, descubre sin que la descubran. Nadie la descubre, ella se cubre.
Ella es infantil, practica y no le sale. Se frustra, es infame. Su cuerpo dibuja y desdibuja sus curvas. Difícil camino que nadie quiso recorrer. Nadie quiso.
 A ella le roban el corazón, pero no viceversa. Se descompone de la risa, mientras gotones de pena mojan su ropa.
Ella se luce. Ella, Lucía

11/02/2011